—Con el tiempo mi rostro a adoptado rasgos de madurez.
—Serán de vejez.
—No. Si observas con atención verás que se nota que he acumulado vivencias en todos estos años.
—Igual es con la vejez.
—La vejez agobia y agota.
—La madurez también.
—No importa lo que digás. No lograrás que cambie de opinión.
—Parecés un viejo testarudo.
—¡Calláte ya!
—La madurez te enseñó muy poco.
Deja una respuesta