—¡Finalmente la vida me sonríe!
—Será de burla.
—No la creo capaz.
—La burla se le da a cualquiera con facilidad.
—Tomarse tanto trabajo, solo para burlarse, se me hace muy cruel.
—La crueldad es más fácil aún.
—¿La de la vida?
—La de la burla.
—¿Te estás burlando de mí?
—Pero yo no sonrío.
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