—La muerte, puesto que te aleja del sufrimiento, es un regalo valioso.
—La muerte no es más que un nombre elegante para la no existencia.
—La no existencia es un regalo valioso.
—En la no existencia no hay conciencia del regalo.
—¡Complicas todo!
—¡Decís absurdos!
—¿Qué tal esto? La no existencia, como lo fue antes de conocer la vida, es un estado ideal.
—La no existencia no es un estado, porque no se está.
—¡Me largo!
—Ese es un regalo valioso.
Deja una respuesta